Otra herramienta importante para el manejo sostenible de los recursos es, sin duda, el manejo del paisaje en la planificación del territorio. En otras palabras, se logra un buen manejo del recurso si hay una buena planificación y un buen diseño de dos elementos importantes que son el suelo y el agua.

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El recurso del suelo es uno de los bienes más preciados por la humanidad, por lo que su buen uso y estrategias de conservación son de interés social y político. El suelo se convierte en paisaje cuando se describe o percibe en términos de sus características fisiográficas y ambientales. El paisaje cambia de acuerdo con estas características y con la influencia de la mano del hombre.

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Existen 3 tipos de actividades dentro del manejo del paisaje:

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• Planificación y estimación del paisaje: Se basa principalmente en las ciencias naturales y ecológicas, en la que se realiza una evaluación sistemática de las áreas de suelo para poder determinar las características idóneas y proyectar el uso que deberá recibir en un futuro.

• Planificación de los terrenos: Consiste en un proceso que reúne el análisis del terreno, elementos e infraestructura necesaria como respuesta al diseño y como lo demanda el terreno según el lugar y región de ubicación.

• Diseño detallado del paisaje: Consiste en la selección y combinación de los materiales y plantas, para resolver problemas definidos y concretos.

 

Es responsabilidad del hombre la planificación y el detalle pormenorizado de un paisaje y su localización, puesto que las características específicas varían según la cultura, la religión y la comunidad.